Se estrena en Caracas "Sólo un hombre" (Un hombre soltero)

Colin Firth recibió el premio Bafta y la Copa Volpi (de Venecia) por su interpretación del profesor George Falconer



Juan Antonio González

Cuando Tom Ford, el enfant terrible de la alta costura, el heredero de Yves Saint Laurent y salvador de la firma Gucci, anunció que dejaría temporalmente el mundo de la moda para hacer cine, el escepticismo invadió a los expertos de uno y otro lado: a los que no se pierden los desfiles de cada temporada y a los que detentan la potestad de decidir cuál película es buena y cuál mala.

Familiarizado con un negocio que permanentemente está expuesto a todas las críticas, Ford se recluyó en su recién fundada productora Fade To Black (Fundido a negro), y en silencio dio forma a Solo un hombre (A Single Man), la adaptación al cine de la novela homónima del escritor y activista gay inglés, naturalizado luego estadounidense, Christopher Isherwood.

La novela, que Isherwood dedicó a Gore Vidal, fue publicada en 1964, en plena efervescencia de la crisis de los misiles entre Estados Unidos y Cuba. La obra describe con profusión de detalles las últimas 24 horas en la vida de un profesor de literatura homosexual que no logra sobreponerse a la muerte de su pareja a causa de un accidente automovilístico.

En su traducción a la cadencia de 24 imágenes por segundo; es decir, a la palpitación cinematográfica, el texto de Isherwood, considerado en su época un manifiesto de la liberación homosexual, tuvo la suerte de toparse con la mirada sensible de un cineasta como Ford.

Y es que el celebrado modisto tejano, de 49 años de edad, ha sido capaz de transformar una obra literaria que las circunstancias convirtieron en bandera contra la intolerancia, en un conmovedor retrato íntimo del dolor que sigue a la pérdida del ser amado.

Así, ante la soledad, el desconcierto y el sufrimiento inconmensurables, el profesor George Falconer, protagonista de Solo un hombre, recurre a la automedicación. Solamente el suicidio podrá darle el alivio que necesita.

Con una estructura narrativa casi carente de acciones, la progresión dramática Solo un hombre la aporta el fuero interno de Falconer. Y nadie mejor que el actor Colin Firth para absorber y transmitir, desde la vulnerabilidad de su rostro y su cuerpo, la dolorosa consternación de un ser humano que ya no tiene a su lado a lo más importante de su vida.

En definitiva, son Firth y los recursos narrativos y formales de los que se vale el debutante cineasta, quien se mete en el alma del protagonista a través de flashbacks, de eficaces representaciones oníricas del padecimiento y del uso expresivo del color y del grano de la imagen fotográfica, ¡que ralentiza adecuadamente las escenas hasta hacer de ellas poesía visual!, los que configuran una obra delicada y profunda, austera y emotiva, honesta e imprescindible. Lo peor para no permitirse disfrutar de una película como ésta, sería confundir la sobriedad con el aburrimiento.

Pero la dimensión más universal de la historia que cuenta la ópera prima de Tom Ford la ofrece Julianne Moore, actriz que con mínimas herramientas –la expresividad de sus ojos tristes y de su boca entreabierta como en permanente estado de zozobra– da corporeidad a Charlie, amiga con la que cena y baila George, buscando atenuar la soledad que él comparte con esta mujer divorciada y con un hijo lejos del hogar.

Ambos, eso sí, son también la personificación de la doble vida que hay que llevar a cuestas cuando a la sociedad le da por juzgar a quienes sienten y piensan distinto.

Solo un hombre no es una película dirigida a un gueto de espectadores. Su drama es tan humano como el duelo y las sensaciones que se generan de éste. Claro que hay referencias a la homofobia que se respiraba en Estados Unidos en los años sesenta, pero éstas no pasan de ser eso. Lo resaltante aquí es el sendero emocional por el que transitan unos personajes a los que, afortunadamente, no se les niega la posibilidad de redimirse.


Solo un hombre
Dirección:Tom Ford
Elenco: Colin Firth y Julianne Moore, entre otros.
Cines: Paseo, Centro Plaza y La Previsora