El mercado negro: más negro que nunca

El economista Pedro Palma señaló que con el acoso a la propiedad privada la gente busca proteger su patrimonio y una manera es ponerse en moneda extranjera. Por eso asegura que los venezolanos seguirán buscando los dólares en el mercado negro y lo mejor sería no ilegalizar las operaciones paralelas.

El economista sostuvo que ilegalizar completamente estas operaciones encarece la divisa porque se añadirá una prima de riesgo a la compra y venta de dólares.

Aclaró que las restricciones dejan una demanda insatisfecha y hay que esperar todavía para saber lo que decide el BCV.

Palma indicó que las casas de bolsa son muy importantes porque facilitan las transacciones con títulos valores, incluso los que coloca el Estado y que el control de cambo continuará. Explicó que lo que ha cambiado es que el mercado libre ahora pasa al control del BCV.

El Banco Central de Venezuela tendrá que aumentar la oferta de dólares y garantizar las transacciones de compra y venta de bonos en divisas para controlar el precio del dólar permuta.

Pedro Palma, presidente de la Academia Nacional de las Ciencias Económicas, advirtió que cualquier restricción que aplique el ente emisor en el mercado permuta empujará a los agentes económicos a acudir a un mercado no oficial para abastecerse de divisas.

En el mercado permuta los intermediarios no serían las casas de bolsa sino los nuevos oferentes. Las operaciones serían totalmente ilegales y las cotizaciones estarían marcadas por el juego de la oferta y la demanda.

Luis Vicente León, por su parte, advirtió: "Si el Gobierno replica con el Banco Central lo que está haciendo Cadivi, que es restringir la oferta de divisas, lo que va a ocurrir es un surgimiento del mercado no oficial porque van a haber operaciones que no se van a poder transar en el mercado permuta".

El analista advirtió que el ente emisor puede incluso fijar un precio del dólar permuta, pero en la medida que no atienda las necesidades presionará las fuentes ilegales de suministro de divisas.

Otro factor que -a juicio de Luis Vicente León- alimentará la situación será la desconfianza, puesto que el Banco Central manejaría un registro de las transacciones cambiarías, por lo que conocería los movimientos de los clientes de las casas de bolsa.

"Hay personas a quienes no les gusta que le vean sus cuentas. ¿A quien le gusta que vean sus cuentas si tiene operaciones importantes? Las personas no saben si pueden aparecer en una lista con toda la plata que está operando".

El director de Datanálisis agregó: "Nadie garantiza que la lista sea secreta. La gente no sabe si pueden ir a secuestrarla, en un país donde la inseguridad es total".

Las casas de bolsa

Pedro Palma aseguró que una vez que el Banco Central de Venezuela asuma la aprobación de la compra y venta de bonos se reducirá el mercado de las casas de bolsa, pero no significará su desaparición.

El hecho de que el ente emisor se reserve todas las operaciones del mercado permuta lo que generará será una complicación operativa, aseguró Luis Vicente León.

Advirtió que existen transacciones que podrían quedar por fuera. "El Banco Central puede considerar que hay operaciones que no son susceptibles a la permuta, como las de protecciones patrimoniales -compra y venta de bonos para obtener dólares y colocarlos en el exterior-".

Fuente: Daniela García

El tipo de cambio libre

Pedro Palma

El tipo de cambio libre, o de permuta, es un precio que típicamente se establece por el libre juego de la oferta y la demanda, por lo que, si se desea influir sobre su evolución, lo primero que hay que hacer es identificar los factores que determinan el comportamiento de esas dos fuerzas en el mercado cambiario, y establecer las formas más idóneas de influir sobre estos.

Múltiples son los elementos que están exacerbando la demanda de divisas. Las restricciones de Cadivi para aprobar dólares preferenciales, ahora más costosos, obliga a múltiples importadores, deudores, viajeros y otros agentes que requieren divisas a acudir al mercado paralelo para adquirirlas. Adicionalmente, las violaciones cada vez más frecuentes de derechos fundamentales como el de la propiedad, los atropellos, amenazas y acciones intimidatorias por parte del Gobierno a las unidades de producción y de comercialización, y la manifiesta inclinación por imponer a la fuerza un esquema socialista que cada vez se parece más a los aplicados por regímenes tiránicos y despóticos en otros países, exacerban las expectativas y temores de los agentes económicos, quienes buscan protección en la posesión de moneda extranjera. El convencimiento cada vez más arraigado en las empresas multinacionales de que el acceso a las divisas preferenciales para la remisión de dividendos es una falacia, las lleva a convertir sus abundantes disponibilidades de bolívares por dólares, antes de que estos se sigan encareciendo.

Las múltiples experiencias vividas en el pasado han enseñado a la banca que la única forma de protegerse contra una devaluación generada por una eventual fuga masiva de capitales, que le genere pérdida abrupta de depósitos, desbocamiento de la morosidad de su cartera de préstamos y aumento desmedido de sus obligaciones foráneas, es la posesión de abundantes activos en moneda extranjera, que les produzca altas utilidades cambiarias como consecuencia de la variación abrupta del tipo de cambio. Ello explica en buena medida la avidez de las instituciones financieras por acumular divisas.

A todos estos factores estimulantes de demanda, y algunos adicionales, se contraponen varios elementos que limitan la oferta. El 8 de enero pasado se le asignó al BCV la nueva responsabilidad de actuar en el mercado de permuta. Eso implica que el instituto emisor es ahora el gran oferente de divisas, tanto preferenciales como libres, para lo cual requiere disponer de ingentes cantidades de dólares.

Sin embargo, su inventario de moneda extranjera, las reservas internacionales, han bajado intensamente, por lo que se necesita que las divisas que le entren en los próximos meses sean abundantes. No obstante, cada vez se hace más evidente que las finanzas de Pdvsa, su principal proveedor de dólares, están severamente constreñidas, por lo que probablemente tendrá que acudirse al endeudamiento público para generar los recursos requeridos.

Demanda en franca expansión y oferta cada vez más restringida es lo que explica el comportamiento reciente del tipo de cambio de permuta, el cual ha mostrado una marcada tendencia al alza que muy difícilmente podrá revertirse en el futuro inmediato, de continuar prevaleciendo las circunstancias que hoy se viven. Poco efecto tendrán las intimidaciones a los supuestos especuladores, las intervenciones a intermediarios cambiarios, y las amenazas de endurecimiento de los controles a los infractores. El Gobierno no está en capacidad esta vez de neutralizar las fuerzas avasalladoras del mercado.
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