CASTO OCANDO
El Nuevo Herald
Los cientos de millones de dólares que ingresaron a las arcas de Venezuela en la última década gracias, a una bonanza petrolera sin precedentes, impulsaron un alto crecimiento económico y sirvieron de base a un programa de subsidios masivos del gobierno del presidente Hugo Chávez, pero podrían estar dejando al país en una situación económica igual o peor que la de 1999.
El gobierno de Chávez, que se autoproclama como el que más ha favorecido a los pobres, ha usado los enormes recursos públicos para desarrollar una vasta red de programas sociales, conocidos como misiones, hasta ahora su política económica más exitosa, según reconocen tanto partidarios como opositores.
Pero según el consenso de expertos y estudios, las políticas económicas chavistas pudieran haber causado más daño que beneficios a los venezolanos en general, y a los más pobres en particular. Además, en algunos casos han afectado importantes indicadores del nivel de vida de los venezolanos.
En contraste con los logros de las misiones sociales, según la propaganda oficial, los pobres venezolanos podrían estar en igual o peor situación que en 1998, el año que Chávez ganó su primera elección presidencial.
En repetidos informes y en campañas masivas dentro y fuera del país, el gobierno venezolano ha defendido los avances económicos de la llamada revolución bolivariana, afirmando que ha logrado reducir sustancialmente la pobreza gracias a los subsidios masivos y programas de servicios médicos, educación y vivienda.
Entre los logros que el gobierno exhibe está la misión Barrio Adentro, en la que participan decenas de miles de profesionales cubanos de la salud, las tiendas Mercal de alimentos subsidiados y programas como la misión Robinson, con la que el gobierno afirma que ha reducido significativamente el analfabetismo.
"En los últimos 9 años se han mejorado significativamente las variables del índice de desarrollo humano'', que incluyen aspectos como salud, educación e ingresos, precisó el documento Logros de la Revolución Bolivariana, difundido esta semana por el Ministerio de Información y Comunicación en su página de internet.
Los programas sociales impulsados por el gobierno desde la llegada de Chávez al poder "han ayudado a reducir la pobreza, aumentar el acceso a servicios sociales necesarios y distribuir mejor los recursos'', indicó un reciente informe oficial.
El informe asegura que en diez años ha disminuido el nivel de pobreza de 54 por ciento en el 2003 a 27.5 por ciento en el 2007; la tasa de desempleo ha descendido y ha aumentado el empleo formal y el salario mínimo, y los ingresos de los venezolanos han crecido notablemente, especialmente entre los más pobres.
"Estos avances se han producido a pesar de los esfuerzos concertados entre ciertos sectores de la oposición de lanzar al país a una crisis en los años 2002 y 2003'', indicó en otro documento Bernardo Alvarez, ex embajador de Venezuela.
Sin embargo, una perspectiva radicalmente distinta ha emergido en análisis y estudios realizados por expertos dentro y fuera del país.
"Ni las estadísticas oficiales ni los cálculos independientes muestran pruebas de que Chávez ha reorientado las prioridades del Estado para beneficiar a los pobres'', afirmó Francisco Rodríguez, economista de la Universidad Wesleyan en Connecticut.
"De hecho, el gobierno de Chávez no ha hecho más que los gobiernos venezolanos del pasado para combatir la pobreza y sus muy promocionados programas sociales han tenido un escaso efecto'', acotó Rodríguez, ex economista jefe de la Asamblea Nacional en Venezuela entre el 2000 y el 2004, en un controversial estudio publicado en la revista Foreign Affairs el año pasado.
Según Rodríguez, la mayoría de los indicadores de salud y desarrollo humano no han mostrado una mejoría significativa "más allá de lo que es normal en medio de un auge petrolero'' y precisó que, por el contrario, algunos de estos indicadores han mostrado un deterioro "preocupante''.
Entre estos indicadores, Rodríguez mencionó el aumento de la cantidad de recién nacidos malnutridos entre 1999 y el 2006, el aumento en la cantidad de familias sin acceso a servicios de agua potable y el aumento del coeficiente de desigualdad Gini entre 1998 y el 2006, que muestra una ampliación en la brecha de los ingresos entre ricos y pobres desde que Chávez llegó al poder.
Reconociendo los logros de la misión Barrio Adentro, que según el gobierno ha ayudado a salvar más de 120,000 vidas entre el 2003 y el 2008, Rodríguez apuntó que los avances de esta misión se han realizado en desmedro del sistema convencional de salud, "generando una crisis en muchos servicios de salud tradicionales como hospitalización y prevención de enfermedades endémicas''.
El economista afirmó que según cifras del Ministerio de Salud de Venezuela, sólo 28 por ciento de las camas en los hospitales públicos están operativas y que la cantidad de casos de enfermedades como la malaria y el dengue se han disparado de 100 por ciento desde 1999.
El estudio de Rodríguez generó respuestas en otros medios académicos estadounidenses.
Mark Weisbrot, economista del Centro de Investigación de Política Económica, con sede en Washington, afirmó que "la controversia en torno al progreso económico y social en el gobierno de Chávez es simplemente el resultado de desinformación, prejuicio político, una abrumadora confianza en las fuentes opositoras y un clima político y mediático de total hostilidad hacia el gobierno''.
"El crédito que podría dársele al gobierno de Chávez es haber enfatizado y concientizado sobre la importancia del gasto social'', opinó el economista Pedro Palma, académico del Instituto de Estudios Superiores de Administración, con sede en Caracas.
"En el futuro, los próximos gobiernos tendrán que ver este gasto como algo más importante de lo que se consideraba en el pasado'', acotó Palma.
Sin embargo, este énfasis "no significa que ese gasto social ha sido eficiente o que el resultado haya sido óptimo'', indicó el economista.
Palma aseguró que hasta ahora lo más negativo de las políticas económicas del gobierno es "el ataque frontal al aparato productivo''.
"Gracias al ataque persistente de Chávez, con las amenazas a la industria manufacturera, poco propicia a la inversión privada, la política de confiscación de tierras, ha hecho que hoy no tengamos un aparato productivo capaz de reaccionar a la caída de las importaciones por los bajos precios del petróleo'', precisó Palma, que es además asesor de la firma de análisis económico Metroeconómica, de Caracas.
Según el economista José Guerra, académico de la Universidad Central de Venezuela (UCV), el número de empresas manufactureras pasó de 14,500 en 1998 a unas 8,000 a fines del año pasado.
"El peor error económico del gobierno es haber creído que la propiedad estatal puede sustituir a la propiedad privada como fuente de generación de riqueza'', indicó Guerra, que fue economista jefe del Banco Central de Venezuela.
Guerra también llamó la atención sobre el hecho de que las políticas económicas del gobierno, incapaces de contener la inflación, terminan afectando a los más pobres, que ven su capacidad de compra reducida por la inflación.
Durante diez años, dos de los más importantes ejes de la industria pesada venezolana, la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y el conglomerado minero Corporación Venezolana de Guayana (CVG), han sufrido importantes mermas en su capacidad productiva, indicó un informe de la firma de análisis Veneconomía.
Pdvsa, en otros tiempos la primera empresa petrolera de América Latina y uno de los conglomerados energéticos más importantes del mundo, "es ahora una compañía ineficiente y corrupta que produce menos de la mitad de los 5 millones de barriles diarios que era su meta para el 2006'', indicó el informe de Veneconomía.
La situación es tan seria, aseguró el informe, que "hoy Venezuela importa gasolina porque no produce suficiente para satisfacer la demanda interna''.
En cuanto a la CVG, un proyecto concebido hace 70 años con la meta de convertirse en el futuro corazón industrial de Venezuela, "está hundido''.
El economista Orlando Ochoa dijo que varias decisiones económicas erróneas empujaron al gobierno a la actual crisis económica, que enfrentará su peor fase en el 2009.
Entre estas decisiones, Ochoa citó la decisión de expulsar a más de 18,000 profesionales y técnicos de Pdvsa después del paro petrolero del 2003 y orientar la política económica en función de maximizar la renta petrolera, "lo que ha aumentado a los extremos más altos en 100 años de historia la dependencia petrolera y la vulnerabilidad fiscal''.
Además, el establecimiento del control de cambio de divisas, el desvío a un presupuesto paralelo los recursos del Banco Central de Venezuela y la ayuda financiera a países como Bolivia, Ecuador y Nicaragua, han afectado la economía venezolana.
"Esta secuencia de errores comienza a mostrar sus efectos en el 2009 con la falta de ahorros fiscales oportunos para compensar la caída de los ingresos petroleros, y la presión inflacionaria, que llevará la inflación por encima del 40 por ciento y hará aumentar la pobreza, que con tanto esfuerzo trató de reducir con los programas sociales'', puntualizó Ochoa.
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